Dirección General de Energía
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Consejos para ahorrar electricidad

Ahorro en electrodomésticos
 
A la hora de comprar un electrodoméstico, conviene elegir entre los de menor consumo energético que, aunque algo más caros, nos permitirán ahorrar más de 600 euros a lo largo de su vida útil. Los electrodomésticos con etiqueta energética de la clase A son los más eficientes y los de clase G, los menos.
 
Ahorro en calefacción
 
En invierno, una temperatura interior de entre 21ºC y 23ºC es suficiente para proporcionar una agradable sensación de confort. Por la noche, puede bajarse a 16-17ºC. Ten en cuenta que por cada grado que aumente la calefacción se consume un 8% más de energía.
 
Aleja las sillas y sofás de las puertas y ventanas, en lugar de aumentar la calefacción. Puede que el ambiente de la casa esté cálido, pero la proximidad del vidrio nos produzca frío.
 
Reduce la temperatura en las habitaciones de la casa menos utilizadas.
 
Para ventilar una estancia sólo son necesarios 10 minutos. Hazlo a mediodía si hace mucho frío.
 
Limpia los radiadores con frecuencia; la suciedad impide que el calor fluya.
 
No cubras los radiadores con muebles o elementos decorativos porque desaprovechan el calor que se genera.
 
Si la calefacción es colectiva y nos parece exagerada, conviene cerrar los radiadores, pero nunca abrir las ventanas.
 
El 40% de las fugas de calor se producen por las ventanas. Las ventanas dobles o el doble acristalamiento q permite ahorrar un 20% de gasto de energía. Si además colocas burletes, ahorrarás de un 5% a un 10% de energía.
 
Iluminación:
 
Utiliza lámparas fluorescentes compactas en sustitución de focos incandescentes; éstas proporcionan el mismo nivel de iluminación, duran diez veces más y consumen cuatro veces menos energía eléctrica.
 
Pinta el interior de la casa con colores claros, la luz se refleja en ellos y requieres menos energía para iluminar.
 
La luz eléctrica supone entre el 15% y el 18% del consumo doméstico. Abre persianas y cortinas y emplea todo el tiempo posible la luz del día, que es gratuita y no contamina.
 
Ilumina las estancias con diferentes grupos de luz, en vez de optar por una disposición regular de las lámparas que proporcionen iluminación total. Ello permitirá tener encendidas solo las luces necesarias. Se pueden conseguir ahorros de hasta el 20%.
 
Evita el despilfarro. Una bombilla de mayor voltaje no proporciona más luz. Para los lugares de lectura, la luminosidad requerida es de 500 lúmenes por metro cuadrado.
 
Al comprar las bombillas, fíjate en la etiqueta energética y decántate por las de clasificación más alta (A o B).
 
Elige bombillas de bajo consumo. Aunque más caras, gastan la cuarta parte que una bombilla habitual y duran de 8 a 10 veces más.
 
Si debes escoger entre una bombilla incandescente y una halógena, ten en cuenta en estas últimas duran de 2 a 4 veces más y proporcionan la misma luz.
 
Apaga las luces cuando salgas de la habitación y limpia las bombillas cuando estén frías: emitirán más luz y durarán más.
 
Refrigerador:
 
El refrigerador es uno de los aparatos que consume más energía en el hogar
 
Sitúa el refrigerador alejado de la estufa y fuera del alcance de los rayos del sol. Comprueba que la puerta selle perfectamente y revisa periódicamente el empaque, si no cierra bien puede generar un consumo hasta tres veces mayor al normal.
 
Deja enfriar los alimentos antes de refrigerarlos.
 
La posición correcta del termostato es entre los números 2 y 3. En clima caluroso, entre los números 3 y 4.
 
Si piensas comprar refrigerador nuevo, selecciona el que consuma menos energía eléctrica. Revisa la etiqueta de eficiencia energética y ahorro de energía. Recuerda que los de deshielo automático consumen 30% más de electricidad y eso significa mayor gasto.
 
Descongela el refrigerador y limpia con un paño húmedo el cochambre que se acumula en la parte posterior, por lo menos cada dos meses. Limpia los tubos del condensador ubicados en la parte posterior o inferior del aparato por lo menos dos veces al año.
 
No compres un frigorífico más grande del que necesitas. Elige en función de los habitantes de la casa, los hábitos de compra y las comidas porque, no hay que olvidar que casi el 19% de la electricidad consumida en las viviendas españolas se destina a la refrigeración y congelación de alimentos.
 
La instalación del frigorífico y del congelador es fundamental . Mantener limpia la parte de atrás, facilita su ventilación y colocarlos en zonas alejadas de fuentes de calor (horno o cocina) puede suponer un ahorro del 15% de la energía consumida.
 
El hielo y la escarcha son aislantes y dificultan el enfriamiento en el interior del frigorífico. Descongela antes de que la capa de hielo alcance los 3 mm. de espesor: podrás conseguir ahorros de hasta el 30%. Existen modelos llamados “no frost”, que tienen una circulación continua de aire en el interior que evita la formación de hielo. Sin embargo, utilizan mucha energía para el descongelado automático.
 
La temperatura ideal de la nevera es de 3 a 5 grados. Enfriarla más implica un incremento del 5% en el consumo de energía. Para el congelador, la temperatura ideal son los 15 grados bajo cero.
 
Comprueba que las gomas de las puertas están en buenas condiciones y hacen un buen cierre: evitarás pérdidas de frío.
 
Horno y tostador:
 
El horno de microondas, el horno eléctrico y el tostador, mantenlos siempre limpios de residuos, así evitarás que se oxide y consumirán menos energía.
 
El horno con menor coste energético es el de gas natural. Úsalo para cocinar, no para descongelar ni para calentar.
 
Para cocciones superiores a una hora, no suele ser necesario precalentar el horno.
 
No abras las puertas del horno innecesariamente. En cada apertura la temperatura puede bajar entre 25 y 50 grados.
 
Cuando compres uno nuevo, búscalo con doble cristal . Conserva mejor el calor.
 
Apaga el horno poco antes de finalizar la cocción: el calor residual será suficiente para acabar el proceso.
 
Utilizar el microondas en lugar del horno convencional supone un ahorro entre el 60 y el 70% de energía y un ahorro considerable de tiempo.
 
 
Aspiradora:
 
Los filtros y los depósitos de polvo y basura de la aspiradora saturados hacen que el motor trabaje sobrecargado y reduzca su vida útil. Cámbialos cada vez que sea necesario.
 
Verifica que la manguera y los accesorios estén en buen estado.
 
Audio y video:
 
No dejes encendidas lámparas, radios, televisores u otros aparatos eléctricos cuando nadie los está utilizando.
 
Hay que desconectar el interruptor del televisor, el video y el equipo de música. Si se apagan con el mando a distancia, algunos componentes siguen conectados y consumiendo.
 
Licuadora:
 
Una licuadora que trabaja con facilidad dura más y gasta menos; comprueba que las aspas siempre tengan filo y no estén quebradas.
 
Lavadora:
 
Cargue la lavadora al máximo permisible cada vez, así disminuirá el número de sesiones de lavado semanal.
 
Utiliza sólo el detergente necesario; el exceso produce mucha espuma y hace trabajar al motor más de lo conveniente.
 
Las lavadoras de carga frontal gastan generalmente menos energía y agua que las de carga superior.
 
Acostúmbrate a utilizar la lavadora totalmente cargada. Reducirás el consumo de energía, de agua, de detergente y, además, alargarás la vida del aparato.
 
Usa ciclos económicos y cortos , así como programas de agua fría.
 
Una vez finalizado el lavado es mejor centrifugar a alta velocidad. Un centrifugado a 1 200 revoluciones por minuto en lugar de 700, reduce en un 20% el consumo posterior de la secadora.
 
Plancha:
 
La plancha es otro aparato que consume mucha energía. Utilizarla de manera ordenada y programada, ahorra energía y reduce los gastos.
 
Plancha la mayor cantidad posible de ropa en cada ocasión. No enchufes la plancha para una sola pieza de ropa porque el calentamiento requiere mucha energía.
 
Conectar muchas veces la plancha gasta más energía que mantenerla encendida por un rato.
 
Plancha primero la ropa gruesa, o que necesite más calor, y deja para el final la delgada, que requiere menos calor; desconecta la plancha poco antes de terminar para aprovechar la temperatura acumulada.
 
No dejes la plancha conectada innecesariamente.
 
Revisa la superficie de la plancha para que esté siempre tersa y limpia; así se transmitirá el calor de manera uniforme.
 
Revisa que el cable y la clavija estén en buenas condiciones.
 
Antes del planchado deja la ropa sobre la lavadora en funcionamiento . El calor que desprende ayuda a que las arrugas desaparezcan y, por tanto, se reduce el tiempo de planchado.
 
Cocinas y vitrocerámica:
 
En las cocinas eléctricas, aprovecha el calor residual apagándolas 5 minutos antes de terminar la cocción. Si dispones de vitrocerámica, es mejor usar el programa económico.
 
Tapar las cacerolas durante la cocción nos reducirá el consumo energético.
 
Las cocinas de gas ahorran energía. Algunos expertos estiman que este ahorro oscila entre el 30 y el 50% respecto a las cocinas eléctricas.
 
Para aprovechar mejor el gas, procura que el fondo de los recipientes sea ligeramente superior al fuego.
 
Para economizar, lo mejor es la olla a presión y mejor, si se trata de las super rápidas: consumen menos y ahorran tiempo. Naturalmente, este consejo es útil también para las cocinas que utilizan otro tipo de energía.
 
Lavaplatos:
 
Lavar los platos a mano con agua caliente cuesta hasta un 60% más caro que hacerlo con un lavaplatos moderno a plena carga.
 
El lavavajillas es, no obstante, uno de los electrodomésticos que más energía consume. Evita los programas de alta temperatura porque el 90% del consumo energético proviene del calentamiento del agua y sólo el 10% del funcionamiento del motor.
 
Utilízalo cuando esté completamente lleno, pero no lo sobrecargues ni superpongas piezas.
 
En vez de utilizar el programa de secado del lavaplatos es mejor dejar la puerta abierta para que la vajilla se seque con el aire. Ahorrarás energía.
 
Instalación eléctrica:
 
Comprueba que la instalación eléctrica no tenga fugas.
 
Para eso, desconecta todos los aparatos eléctricos, incluyendo relojes y timbre; apaga todas las luces y verifica que el disco del medidor no gire.
 
Si el disco sigue girando, manda revisar la instalación.
 
Aire acondicionado y calefacción:
 
Utiliza la vegetación a tu favor; plantar árboles en puntos estratégicos ayuda a desviar las corrientes de aire frío en invierno y a generar sombras en el verano.
 
Mediante la instalación de toldos de lona o aleros inclinados, persianas de aluminio, vidrios polarizados, recubrimientos, mallas y películas plásticas, se evita que el sol llegue directamente al interior. Así se pueden obtener ahorros en el consumo de energía eléctrica por el uso de aire acondicionado.
 
El aislamiento adecuado de techos y paredes ayuda a mantener una temperatura agradable en la casa.
 
Si utilizas unidades centrales de aire acondicionado, aísla también los conductos.
 
Es relativamente sencillo sellar las ventanas y puertas de la casa con pasta de silicón, para que no entre el frío en los meses de invierno y no se escape en los meses calurosos.
 
Cuando compres o reemplaces el equipo, verifica que sea el adecuado a tus necesidades.
 
Dale mantenimiento periódico y limpia los filtros regularmente. Vigila el termostato, puede significar un ahorro adicional de energía eléctrica si permanece a 18°C (65°F) en el invierno, y a 25°C (78°F) en verano.